Friday, May 13, 2005

He vuelto

Desde la oscuridad, por fin he acertado a ver la luz del día colarse entre los jirones de nubes que amenazaban tormenta, hace mucho. Y he vuelto para verme sonreír de nuevo, quiero volver a tener la conciencia limpia y la mente clara, que la luna brille en mis dientes cargados de sonrisa, que el destino me impida volver a pasar otro día en la paranóica soledad de mi habitación. No he vuelto a quedar conmigo misma, he descubierto que eso me hace daño.

Ahora, una cosita que escribí tomando café con un amigo, aunque no va dedicada a él (por lo que tú y yo sabemos xD):

Que tu silencio sea parte de mi silencio, mis palabras se enreden con las tuyas en un caos infinito, que tú y yo seamos un solo concepto, único, inquebrantable, eterno.
Porque eterno es mi silencio a la espera de una palabra tuya, sólo una, que me haga feliz.
Tiempo infinito, impreciso, que nunca quiere terminar.

Monday, April 25, 2005

Otra vez lo mismo

Es cierto. Soy una egoista y una egocéntrica. Me creo que el mundo gira alrededor mía tan sólo por el hecho de que vivo desde mi punto de vista. Estoy cansada de todo. De no sentirme nunca satisfecha con mi lugar en el mundo, con mi mundo en general, con las cosas que debería haber hecho que nunca cambian de forma verbal. Estoy cansada de ver perder parte de mi vida cuando me cabreo con este genio tan jodido que tengo, cansada de disculparme siempre de todo cuando no me lo pienso antes, que es quizá lo que debería hacer, o callarme si de veras quería decir eso. Estoy harta de pasarme el tiempo en las nubes intentando crear poesía de la basura de mi cerebro. Creer que mi mundo es poesía cuando estoy hasta el cuello de mierda. De sentir que no aprendo nada, qué hago en esta carrera, no es mi sitio, no tengo sitio, adónde quedó el buen rollo y las charlas, adónde fueron los silencios compartidos por personas que hace tiempo dejaron de estar. Muchos han dejado de estar, demasiados para que mi corazón pueda resentirse por todos, en estos momentos. Y el hecho de saber que muchos más caerán cuando comienze el nuevo curso no ayuda. Lo sé, y lo peor de todo es que no sé si quiero hacer algo por remediarlo. Estoy harta de hacerme la mártir, pero es que estoy harta de luchar y sentir que soy la única que lo hago. Nadie combate a mi lado, entonces por qué lucho por ellos, no tiene sentido. Debería dejarme morir en algún rincón y dejar de lamentarme como una bestia malherida. Debería hacerlo, por ejemplo, ya.

Thursday, February 03, 2005

Posdata

Al final no le mandé esa carta a D. Me quedé con las ganas, pero hablando con un amigo me di cuenta de que lo único que haría sería separarnos aún más. Esta mañana hablé con ella (ayer fue mi cumpleaños), sobre lo de dejarme cenando sola con M, cosa que tb le dije anoche pero se fue a su cuarto sin darme respuesta. Y estuvimos hablando. Creo que fue para bien, una forma de mirarnos a la cara como hacía tiempo que no hacíamos. Y no hay vuelta atrás. Como dijo ella, ojalá nuestra amistad fuera como la que teníamos con 15 años, pero no hay modo de retroceder, somos personas diferentes. A veces pienso que es el fin y no podemos hacer nada, simplemente nos alejamos por los acontecimientos y la vida en general, y que éste es tan sólo otro paso que dar más. La amistad... llega un momento en que te das cuenta de que no hay recuerdo que haga respirar de nuevo el alma entre dos personas.

Carta a D

Hola:

¿Sabes qué? Me cansé. Finalmente me cansé. Te escribo una carta porque, no sé si te has dado cuenta, no hablamos en toda la semana más que 10 minutos contados, y eso si yo voy a tu cuarto. No sé si lo haces queriendo o no, pero el hecho de que pases de mí no ha ayudado mucho a que nuestra amistad resurja de donde la dejamos el año pasado. Estoy harta de hablar contigo y luego darme cuenta de que fue un monólogo, que lo mismo podría hablar con las paredes. Para recibir hay que dar, y eso es lo que no he conseguido contigo. No sé si siempre ha sido así y es ahora cuando me doy cuenta, o que te molesta el hecho de que hable más con M que contigo. Pero ella al menos también va a hablar conmigo, al igual que Ma. No tengo más ganas de mendigar tu tiempo a la puerta de tu cuarto. D, no soy un perro que con que le des dos palmaditas y le eches de comer alguna que otra vez va a serte leal toda tu vida. Soy tu amiga, o al menos antes lo era. He luchado por defenderte, me he sentido mal por ti y por tu culpa y sin embargo no eres capaz de decirme si tienes un mal día, siempre huyes de esta casa como de la peste, si no quieres integrarte en nuestra casa adelante, pero debes saber que también estás renunciando a mi amistad. Como has estado haciendo todo este tiempo. He intentado estar ahí para cuando me necesitaras, y cuando he necesitado a alguien he descubierto que ni siquiera sabía dónde encontrarte. Y no sé si alguien te lo explicó en su momento, pero en eso reside la amistad. Yo ya me cansé de luchar por algo que no existe. ¿Seguro que sigues considerándonos amigas? De ti depende. Y la segunda oportunidad ya te la di. Que aún te tenga cariño (ligada a ti por tantos recuerdos comunes no podría ser de otra forma) no tiene nada que ver con que cada vez te tenga menos confianza. Admite que cada vez hablamos menos, y menos aún de las cosas que importan. Y el hecho de que me acaricies la cabeza como a un perrito o que cada vez que te pregunte algo me respondas de forma agresiva, te aseguro que no ayuda, en serio. Gracias por casi hacerme llorar el día de mi cumpleaños porque no eres capaz de cenar conmigo ni ese día, o acaso crees que como ya iba a estar acompañada no tenías que molestarte y podías ir sin remordimientos a casa de tus amigos, ya que ellos son más… ¿qué, D? ¿Qué son más que yo para que pases de mí de esa manera? Gracias por hacerme sentir sola. Es cierto que no fuiste sola a casa de Mo y compañía, pero a Ma no la conozco desde que tenía tres años, suponía que yo te importaba algo más. Es cierto que tuviste la molestia de ir a comprar el regalo tú misma, pero hay cosas que no se compran con dinero. Esta noche he ido a tu puerta a decirte esto en persona, pero estabas durmiendo, o hacías como que dormías.

Está bien, sé que esto es una putada. Quítale el agobio por los exámenes, que en ná y menos me va a entrar la regla, que acabo de cumplir años y que lo estoy diciendo en caliente. Encontrarás, en el fondo, lo que llevo semanas queriéndote decir, y nunca he sabido cuándo, ni cómo. A pesar de lo que pienses no quiero hacerte daño, sólo quiero que lo admitas ante ti misma, que juzgues y valores, y que pienses si vale la pena intentarlo de nuevo. Siempre te tendré cariño, y seguiré tratándote igual, al menos no a peor, decidas lo que decidas. Un beso.

Friday, January 28, 2005

O sólo escribir

Llevo horas delante del ordenador, y todo lo que hago no me sirve de nada. Ayudo a mi compañera de piso, M, a hacer un trabajo porque ella en su momento me dejó un trabajo suyo para que yo lo entregara también, ya que no tenemos los mismos profesores. Sé que le debo algo, pero estoy cansada de todo esto, qué le voy a hacer si soy egoísta y pienso que el trato fue injusto, podría haber estudiado hoy, la semana que viene tengo 4 exámenes, pero no, sigo aquí, y aún me quedan horas para terminar. Quiero desaparecer en la memoria de todos, dejar de existir directamente, sinceramente. Sumergirme en el lecho de un rio y dejarme llevar por la corriente. Qué poco sentido tiene todo. Que haya dejado de escribir para sólo descubrir que las palabras ya no me obedecen, que golpeo las teclas del teclado sin la pasión que antes me aturdía, que antes tenía la necesidad de escribir y que ahora sólo me ahoga el hecho de haber olvidado cómo se llora a través de las manos, cómo se siente a través de las palabras. Y que lo primero que escribí es cierto, pero ésa no soy yo, es mi extremo despegado del cuerpo y del sentido de orientación, sin equilibrio. Me odio por necesitarte y por haberte abandonado. Te necesito, pero ya no estás ahí para mí. Vuelve, por favor.

Tuesday, January 25, 2005

Nadie.

Nadie es capaz de comprender lo afortunados que somos. En esta tierra, en esta época de la vida que nos ha tocado vivir... por cualquier razón somos afortunados, y no queremos verlo. Ni siquiera los telediarios nos ofrecen una realidad comparable a la nuestra, hace tiempo que las noticas dejaron de informar para sólo vendernos imágenes, para parodiar otra película de serie B. Hoy me siento totalmente derrotista, odio el cielo, mi porpia dejadez a la hora de decidir mi futuro, las ganas de mandarlo todo a la mierda y comenzar en otro lugar lejos de aquí, lejos de todo lo conocido para así conocer con nombre y apellidos lo que es la soledad. Sentirme alejada, aun por mi propia voluntad, de todo ser humano que pueda arrojar amor a mi corazón. Estoy cansada de esperar de los demás lo que ellos encuentran en mí, o que al menos intento. O descubrir que aún puedo ser más rastrera si quiero, que siempre habrá un escalón debajo del mío sobre el que caerme. El otro día hablé conmi compañera de piso sobre marcharnos de donde estamos, ella, D y yo, juntas. No quiero vivir con D más, estoy cansada de que una gran amiga haya dejado todo rescoldo que quedaba sin apenas importarle. Me duele que todo esto le importe menos que a mí, cuando ella ha sido la culpable. Que no sea capaz ahora de ir a mi cuarto a charlar conmigo. Me jode que no pueda ser yo quien le cierre la puerta de mi espíritu, como casi he hecho ya, cuando hace tiempo que necesito leer a escondidas su blogg para enterarme de su vida, porque hay cosas que no es capaz de decirme. Odio esta situación, y en plenos exámenes odio no sentirme con fuerzas para afrontar el mañana, ni todos los mañanas que me quedan.

Monday, January 17, 2005

La cuenta atrás

Hace dos sábados me masturbé en el baño de una discoteca. Fue el sólo hecho de pensarlo, de recordar que siempre lo había tenido como un lugar morboso, para que mis manos comenzaran a adentrarse en mí. Fue increíble. Tardé mucho, y como era en una discoteca/pub de mi pueblo, sabía que la gente que aporreaba el otro lado de la puerta podían ser conocidas mías. Cuando salí del baño, mi cara era lo más descompuesta que podía imaginarse alguien. Me tiré 5 minutos enjuagándome la boca, intentando borrar los restos de un vómito que nunca había existido, mojando mi cara con cuidado del maquillaje, perdiendo el tiempo frente al espejo. Iba a salir cuando una conocida me preguntó que si había bebido demasiado, y con una cara aún de 3 pares, le contesté que un poquito. Cuando salí del baño, me sentí muy bien. Alguien debiera haberme dado un Oscar. Qué le voy a hacer si no puedo dejar de pensar en lo mismo, siempre. Busco desesperadamente el amor verdadero cuando lo único que quiero es hacer el amor como en las películas, con la pasión en cada centímetro de mi piel, de su piel, como si esa noche fuera la última de nuestra vida, porque puede que sea nuestra última. Y qué si le tengo miedo a que me hagan daño en todos los sentidos, si tengo miedo a que me utilicen como otros han hecho ya, que por dejar actuar a mis instintos me siento mierda cada vez que me miro al espejo, que no puedo evitar ruborizarme de vergüenza al recordarlo, y a veces ruborizarme de deseo, y desearlos, con asco y ... asco. Que me gustan casi todos los tios de mi alrededor, a mi compañero de grupo y de clase me lo imagino besándome, encima mío; a mi vecino me lo imagino andando juntos de la mano, besándome en el cuello, abrazándome; a otro vecino, no sé, está ahí pero esto es lo peor, soy una depravada que sólo busca amor. Soy una ninfómana romántica. Ninfómana que no se come nada, pero eso no tiene nada que ver, se puede serlo de corazón, ¿por qué no?